Vaya por delante mi respeto y admiración por el sacrificio y
la dedicación de muchas personas buenas que arriman el hombro intentando
aliviar los sufrimientos de sus semejantes a través de entidades de caridad
organizadas por la Iglesia.
El obispo de Alcalá de Henares
dice: El principal enemigo de la
iglesia católica es la ignorancia",
Alertó sobre aquellas personas que, "llevadas por tantas ideologías", acaban por "no
orientar bien" la sexualidad humana y piensan "ya desde niños que
tienen atracción por las personas de su misma sexo".
No, monseñor, no: la ignorancia es el terreno
mejor abonado para los irracionales dogmas católicos. Dicho de otro modo: la
ignorancia es la más fiel aliada la Iglesia Católica. Pues sinceramente,
creo que es al revés. Que gracias a la ignorancia de la gente que les hace
caso, es como hacen su negocio.
Para entender las reacciones
que suscita la Iglesia en la mayoría de los españoles, hay que hacer un repaso
al comportamiento de la institución eclesial en nuestro país, a lo largo de los
siglos y, más concretamente, desde la Guerra Civil. Sin hacer un relato
histórico, porque los hechos son de sobra conocidos, lo que sucede con los
españoles es que, consciente o inconscientemente, distinguen entre dos
iglesias: la formada por la mayoría de los creyentes encuadrados en ella que
también los hay llenos de buenas intenciones y buenas obras en su gran mayoría.
Después tenemos a los miembros
de la jerarquía, a los que erróneamente se toman por Iglesia. La agresividad
que suscita esa otra iglesia se dirige a una jerarquía que siempre estuvo al
lado y fue cómplice de la derecha más rancia de Europa.
La Iglesia santificó el
alzamiento bautizándolo como Cruzada; fue
cómplice de la posterior represión; paseó al
Caudillo bajo palio; cerró los ojos a los abusos de todo tipo
(en seminarios, en la escuela, en la sociedad); ignoró tropelías como el robo
de niños recién nacidos; frenó cualquier avance de tipo social en materias de
costumbres, usos, hábitos, tendencias sexuales, familia, etc.; impidió o
entorpeció las libertades de otras creencias; y se nutrió, amplia y
generosamente, de las arcas del Estado. Y lo sigue haciendo cada vez más.
Con este panorama (y me quedo corto), ¿cuál puede ser la
reacción de una persona de izquierdas ante el comportamiento cínico e
insensible de la jerarquía eclesiástica?
En Tarragona ha sido denunciado hace poco tiempo un imán por sus
comentarios sobre la mujer (cosa que entiendo y comparto), ¿a qué esperan para
hacer lo mismo con este obispo?
El obispo ignora que las religiones son armas
de seducción en manos de los poderosos, para engañar a las gentes. Y donde más
fanatismo religioso encontramos es precisamente donde más abunda la ignorancia,
explotada una vez más por los ricos con el apoyo explícito de las iglesias.
Expone casos particulares
para apoyar su ideología contra el aborto o los homosexuales, y está en su
derecho, pero lo que no debe hacer es generalizar para arrimar el agua a su
molino. Si quiere hablar de comportamientos punibles podría hablar de la pederastia o los abusos
sexuales a los que tan aficionados han sido sectores de la iglesia y del robo de
bebés.
Ahí está la viga que no quieren ver, mientras incordian con la paja del
ojo ajeno.
Si Satán hubiera querido formar una religión,
habría creado una que vendiera paz, amor y comprensión, pero en realidad diera
intolerancia, discriminación e ignorancia.
1 comentario:
Amén
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