Aguirre habla estupideces para que no hablen de sus mentiras

Como consecuencia de la crisis que nos azota, muchos se han  visto privados de trabajo, con el subsidio apenas llegan a fin de mes, no pueden pagar la hipoteca y dentro de poco se verán despojados de sus casas pero no de las deudas bancarias. Estoy viendo como cada día que pasa los derechos de acceso a la sanidad, a la educación y a prestaciones sociales como las becas de nuestros hijos o las ayudas a la dependencia de nuestros mayores están siendo cercenados con la excusa, otra vez, de una crisis que ni yo ni los de nuestro entorno hemos provocado.

Legalizar el mismo día la manifestación «por la unidad de España» -«Contra el separatismo, una bandera»- convocada por La Falange y Nudo Patriota Español no es un hecho ajeno al ambiente que Aguirre está caldeando.

Expresiones como la de la Sra. Aguirre ponen al descubierto la enorme carga ideológica de derecha anclada en una época histórica afortunadamente sobrepasada. Si a estas expresiones se añaden las privatizaciones crecientes de los servicios públicos, la degradación del estado como árbitro de la justicia y convivencia sociales, la postura contra la inmigración, la persecución de los sin-papeles, la apuesta por el mantenimiento y primacía de la Iglesia en todo tipo de instituciones sociales y algunas cosas más, nos daremos cuenta de que clase de gente gobierna este país.

Lo de siempre, con la derecha española, nada nuevo bajo el cara al sol. Ahora mando yo, ahora la comunidad y el país son mi cortijo particular. Hablo de lo que hablo para no hablar de lo que debería, un pequeño ejemplo, BANKIA Y EL DÉFICIT DE SU COMUNIDAD.

Apelo a mi derecho a la libertad de expresión para cortarles a los demás sus derechos, que para eso mando yo. Bla, bla, bla de las minorías independentistas que atentan a los símbolos nacionales, pero no digo nada de los que sacan las banderas franquistas anticonstitucionales, de esos no digo nada porque son unos angelitos que nos caen muy bien, son de los nuestros

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La libertad de expresión sólo es de aplicación para cuando los del PP o ella misma dicen chorradas, para cuando la extrema derecha organiza pitadas y caceroladas contra la izquierda, para cuando los curas salen por las calles clamando contra las libertades individuales. Si los estudiantes se manifiestan, si los obreros se echan a la calle, si los jubilados se manifiestan contra las injusticias no están con libertad de expresión sino cometiendo delitos puesto que les echan encima a la policía.

Lo dicho, dicho queda, y no se puede retirar, al igual que lo hecho, hecho queda, y sólo queda la posibilidad de cambiarlo mediante la mentira y la táctica de distracción, en lo que la Espe-culadora y sus compinches son Espe-cialistas.

El fascismo, no se puede esconder, por mucho que se intente, y la Espe-luznante, es fascista de tomo y lomo.

He aquí mi libertad de EXPRESIÓN.